Alergia Primaveral

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El polen al entrar en contacto con el organismo es el principal causante de la alergia primaveral. Durante el proceso de polinización, este alérgeno pasa de unas flores a otras ya sea porque los insectos lo transportan o porque es transportado a través del aire, propiciando así la alergia al polen.

No en todas las primaveras hay la misma cantidad de polen, ya que existen 2 factores determinantes que influyen en esto:

  • La lluvia: si durante los meses de otoño e invierno llueve mucho, esto hace que las plantas se desarrollen más y suelten más polen en la época de primavera, por lo que si esto ocurre, las personas alérgicas al polen suelen sufrir más sus síntomas.
  • De igual manera, si durante la primavera llueve o hay un ambiente húmedo, hay menos polen porque el agua lo elimina, mientras que si la primavera es seca, hay mucha más concentración de polen en el ambiente.
  • La zona geográfica: cada zona geográfica tiene una vegetación característica. Algunas plantas como las gramíneas se pueden encontrar en cualquier lugar, pero otras como por ejemplo el olivo, solo crecen en zonas con un clima adecuado.
  • Los síntomas más comunes en la alergia primaveral son: estornudos, picor de ojos y goteo nasal.

CONSEJOS PARA PREVENIR LA ALERGIA AL POLEN:

Es importante prevenir el contacto con el alérgeno, especialmente en primavera ya que es la época de mayor concentración. Para ello hay algunos trucos muy útiles:

  • Usar humidificadores y aire acondicionado con filtro anti-polen.
  • Evitar las actividades al aire libre entre las 5.00h y las 10.00h y entre las 7 y las 10 de la tarde, periodo en el que la concentración de polen es mayor en la atmósfera.
  • Procurar permanecer en espacios cerrados cuando el mapa de pólenes sea alto y especialmente en días de mucho viento.
  • Usar gafas de sol cuando se salga a la calle para evitar que el polen entre en contacto con los ojos.
  • En los viajes en coche mantener las ventanas cerradas.
  • Mantener las ventanas cerradas a primera hora de la mañana y al atardecer (el período de mayor polinización).
  • Ducharse y cambiarse de ropa al volver a casa (el polen puede haberse depositado sobre el pelo y la ropa).
  • Ir de vacaciones a sitios y en estaciones donde haya baja concentración de polen.
  • No colgar la ropa al aire libre para secarla (el polen puede acumularse en ella).
  • Evitar llevar a cabo actividades que puedan remover partículas de polen, como por ejemplo cortar el césped o barrer la terraza.
  • No dormir cerca de árboles o plantas.