La rinitis alérgica es una respuesta inmunológica a unas sustancias (aeroalérgenos) que suele provocar una serie de síntomas.

Algunos de los medicamentos sin receta empleados en el tratamiento de estos síntomas son corticoides intranasales y antihistamínicos.

Los corticoides son fármacos con acciones anti-inflamatoria e inmunosupresoras (supresora de reacciones de defensa), por lo cual reducirán las manifestaciones clínicas de este tipo de alergia.

Se recomienda el uso regular para lograr la reducción eficaz de los síntomas con los corticoides intranasales, lo cual, en algunos casos puede necesitar de varios días de tratamiento. Por este motivo, puede ser recomendable el uso combinado con antihistamínicos para el alivio sintomático completo del paciente.

En cualquier caso, no deben sobrepasar en general el período de tiempo recomendado por el médico o el indicado en prospecto.

Uso de corticoides para la rinitis alérgica

Las personas alérgicas, como primera medida para evitar que se desencadenen las alergias, deben evitar el contacto con el alérgeno. En caso de reacción alérgica, existen tratamientos para combatir sus síntomas.

Los corticoides son considerados unos de los medicamentos más eficaces en el tratamiento de la rinitis, siendo de primera elección los corticoides intranasales en el tratamiento de la rinitis moderada y grave, tanto leve como persistente. Estos fármacos son fundamentalmente eficaces para reducir la congestión nasal, pero también disminuyen el picor nasal, los estornudos y la rinorrea.

Los antihistamínicos son medicamentos que bloquean la histamina, una sustancia que produce el organismo para protegerse ante una reacción alérgica.

Uso de antihistamínicos para la rinitis alérgica

Los síntomas de la alergia se desencadenan cuando nuestro sistema inmunológico detecta algún alérgeno y libera ciertas sustancias mediadoras, químicas, como puede ser la histamina.

A la hora de tratar estos síntomas asociados a la alergia como el goteo nasal, la picazón, los estornudos o el lagrimeo de los ojos, se utilizan medicamentos antihistamínicos que bloquean la liberación de histamina.

Los antihistamínicos de segunda generación son el tratamiento de elección en las rinitis y rinoconjuntivitis alérgicas. Se pueden administrar de forma puntual, es decir, solo para momentos en que se tengan síntomas o, en caso de síntomas que duren varios días, de forma diaria para mantener esos síntomas diarios bajo control.

Estos medicamentos están disponibles en múltiples formas farmacéuticas desde comprimidos a colirios para los ojos. En el caso de los antihistamínicos orales, para un alivio eficaz de la congestión nasal, se suelen usar en combinación con descongestivos, como la pseudoefedrina.